viernes, 26 de febrero de 2010

GAFI: Gran Amenaza Financiera Internacional















Apenas hace 48 horas el Presidente Correa pidió “no poner la más mínima atención” a las acusaciones internacionales porque “detrás del GAFI están las más importantes potencias mundiales”. Pero, el día de hoy el panorama nacional cambia de manera súbita.
Los reclamos de la organización financiera internacional GAFI concentran la prioridad de un Estado desesperado por la importante estabilidad de las relaciones financieras internacionales. Pero, los medios de información nacional han planteado su propia hipótesis: Las relaciones con Irán.
Lejos de estos supuestos, las relaciones internacionales fraternas con Irán no son la causa directa del planteamiento del GAFI. Al organismo le interesa la cruda relación económica de narco lavado colombiano en Ecuador, las relaciones con las FARC, los supuestos aportes a la organización criminal internacional y el aparente terrorismo campante en nuestro territorio.
Entonces, ¿Ecuador es un centro de financiación terrorista y de organización criminal? La acusación se basa en varios seguimientos a los dineros sondeados de las FARC en el Ecuador. Al hallazgo de centros de negocios y placer para varios líderes irregulares y sobre todo al encuentro del campamento donde cayó asesinado Reyes.
Después de estas premisas, la opinión crítica internacional del GAFI termina con la relación de Cuba, Irán, Pakistán y los alarmantes índices por el decomiso de drogas en nuestro país.
Lamentable situación, donde los medios encontraron un chivo expiatorio perfecto: Irán.
Lo demostrable es una insuficiencia en la administración de Justicia, la falta de un verdadero seguimiento a los dineros calientes y la política interestatal; la carente inteligencia policial y la desprotección ciudadana. Pero, acusar al Ecuador como centro de financiación y organización criminal internacional es definitivamente una argucia.
El Ecuador es un centro de ilegalidad para la miopía internacional, mientras la real crisis humanitaria de los países “terroristas” inicia por no poner su servilismo a consideración del imperio económico de los países explotadores. No se puede omitir la grave acusación del GAFI, pero esta punta del iceberg termina donde la política dominante se encubre.
El término terrorista actualmente se aplica a todo pueblo disidente que financia su armamento de defensa contra el Derecho Internacional Humanitario, por otra parte, esa actitud beligerante de los grupos criminales internacionales es aprovechada en países donde no se puede atender la salud y la alimentación básica, donde no existe una política firme y financiada para las operaciones de inteligencia y finalmente donde “a todo capital regalado no se le mira el diente”.

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